lunes, 14 de enero de 2013

La vida de Pi (7/10)


Hace mucho tiempo que no escribo ningún comentario sobre películas, pero eso no significa que no haya dejado de verlas. Pero la falta de alicientes y la pereza a la hora de escribir están haciendo peligrar y de que manera este blog. Voy a intentar reflotarlo, a intentar darle vida y para eso nada mejor que con una película llena de vida y color, La Vida de Pi.
Era de estas películas que las vas a ver con ganas. Esperaba mucho de la nueva cinta de Ang Lee, y no me decepciono en absoluto, aunque sin reconozco que salí del cine un poco desconcertado con una sensación ambigüa. Sensación que se ha ido evaporando dejando paso a la certeza de lo visto y lo vivido. 
Los primeros 45 minutos del film nos ponen en situación. Nos explican el origen del nombre de Pi. Nos adentramos en su familia y en sus inquietudes, sobre todo las religiosas. Su padre dueño de un zoo, decide por razones económicas llevarse los animales en barco a Canada. En el trayecto se produce una tormenta de proporciones bíblicas y ahí empieza la odisea de nuestro joven protagonista. Junto a una cebra, un orangutan, una hiena y un tigre de bengala llamado Richard Parker intentará sobrevivir perdido en la inmensidad del Océano. La especial relación que se produce entre el tigre y el chico es el punto sobre el que pivota la película. 
Contado el argumento, se podía pensar que es una película juvenil de la relación entre un tigre y un chico, pero no. La Vida de Pi es mucho más. El giro argumental del final del film, que reconozco me dejo un poco Lost, da un sentido mucho más grandioso al film. La Vida de Pi habla de la vida, de la superación, de lo que creemos y lo que deseamos creer. Cuando salí del cine, salí emocionado pero aturdido. Ahora sigo emocionado, y una vez asimilado el final me parece que le da un sentido adulto al film del que se podía pensar a priori que carecía. 
Visualmente es un prodigio, y aunque algunos la acusarán de un compendio de wallpapers y demás pijadas, yo disfruté mucho dejándome llevar por las ballenas, peces voladores, tormentas cincuentenarias e islas caníbales. Probablemente la primera película adulta que ve Lucas en el cine y la disfruto muchísimo. Casi tanto como su Papa.