Bueno, pues ya me tiene enganchado una nueva serie. Como mi ración semanal de Lost no va a ser suficiente para llenar el hueco dejado primero por The Sopranos y luego por MadMen, he buscado, rebuscado e investigado a ver que hay al otro lado del charco que me pueda interesar. Las finalistas fueron Big Love, Weeds y Breaking Bad, y la ganadora ha sido la última. He visto dos episodios y ya estoy dentro del engranaje y eso que el argumento es alucinógeno.
A un profesor de química de secundaria que también trabaja a tiempo parcial en un lavado de coches y que presenta un vida monótona y tediosa, le es diagnosticado un cáncer de pulmón. Dos años de vida le quedan. Para dejar solucionada la vida a su mujer que esta esperando una niña y a su hijo discapacitado se asocia con un antiguo alumno yonki para montar un laboratorio de anfeta usando sus conocimientos.
El primer episodio es la leche, adrenalítico, sudoroso y polvoriento. El tío se tira casi todo el episodio en calzoncillos de los que llevaban los padres antes. La mujer le masturba. El la da por culo. Empieza a fumar maría. Mata a un tío. Le disuelven en ácido. Y eso que solo llevo dos episodios. Diálogos ácidos y escenas que te llevan de la risa al asombro.
De momento, hay vamos, cuando acabe la primera temporada dejaré mis impresiones, a ver si siguen siendo buenas.
