Lo bueno que tienen las carreras, el deporte o la vida misma en general, es que casi siempre te ofrece la oportunidad de levantarte, de volver a intentarlo. Como ya dije, en la previa no las tenía todas conmigo para esta prueba, pese a seguir un buen entrenamiento, o al menos eso creo, esa última semana sin entrenar me podía pasar factura, por lo que los miedos y las dudas hicieron acto de presencia. Afortunadamente los disipe rápido.
Quedamos a las 7 y 30 con Roberto en la estación de Piramides. Vamos Constan, mi cuñado, mi padre y yo. Llegamos bien al Bernabeu, ropero, y a resguardarnos que hacía más rasca que en Nebraska. (tengo que dejar de tener en el twitter al Pipi Estrada que todo se pega). Vemos a Victor. Ya estábamos con Murat. Los serios y responsables ya estábamos. Con Toñin pese a que me mando un mensaje el día antes, no contaba, sabía que llegaría tarde. A Angel, el policeman del Congreso, no le vimos. También se retrasó.
Bueno, estamos bien colocados, y se da la salida. Todo bien, no hay muchos codazos ni nada que me recuerde a lo de hace dos años. Al principio pica para arriba, casi un kilómetro hasta enfilar la Castellana para abajo. Murat y yo juntos. Por delante mi cuñado y Victor. Lo esperado.
Detrás mi padre y Roberto compartían ritmos de 4.30 aproximadamente, aunque como luego se vio a alguién le faltaban unos pocos entrenamientos.
El primer kilómetro lo hago en 4.28, y ya luego empezamos con cuatros cortísimos, 4.05, 4.08, 4.03, etc.
A Murat le cuesta seguirme. Yo esperaba que fuera al revés. Lo curioso es que yo no me encuentro muy suelto. Supongo que a estos ritmos cuesta ir suelto. Antes de llegar al avituallamiento Murat se queda un poco y ya marcho en solitario a por la cuesta de mi portería. Juego en casa, pero parece el campo del Getafe. Los policías son pocos y sosos. Aletargados, tan sólo un par de ellos hacen un ligero movimiento con la mano en señal de que me han reconocido. Llego arriba y veo a lo lejos a Victor que debe haber sucumbido ante el ritmo de mi cuñado. A la altura de Sol, le alcanzó y le dejo. No iba mucho más deprisa que él, pero si lo suficiente para que no pudiera seguir conmigo. Detrás Roberto había roto en Messi, el soleo, el biceps femoral o la junta de la trocola, que más da. Reventó y tuvo que parar. Luego volvería ya a ritmos más modestos y conseguiría acabar. Mi padre marchó muy bien. Es un seguro de vida. Pocas veces falla.
Y para el kilómetro y medio final, quedaba la pelea entre mi cuñado y yo. Ya pensaba que no le vería. Decir que a partir del kilómetro 7 ya marcaba ritmos por debajo de 4 el km.aunque no me sentía flotando en el espacio. Era un ritmo muy humano, muy sufrido. A falta de poco más de 1 km. mi vista se detuvo en un pájaro con una cinta que me sacaría unos trescientos metros. Ese fue el acicate que me faltaba para apretar todavía más. Esta vez si fui a por él, aunque sabía que como el conejo de Alicia en el Pais de las Maravillas, siempre "llego tarde". Entré a 7 segundos de él, reduciéndole notablemente la diferencia, pero no pude culminar la remontada. Es lo de menos. El record estaba servido. 41.49, habiendo hecho el último kilómetro en 3.45, que yo creo que también es marca para mí en 1 km. Vamos con las clasificaciones.
1. Ruben. Mi cuñado era el favorito y no defraudo. Hizo marca personal 41,42, batiendo en 38 segundos su anterior tiempo. Puesto 680. Un 10.
2. Yo. Si digo mejor de lo esperado mentiría, porque me esperaba una buena carrera, pero después de las bellotas tenía miedo de volver a cagarla. Pero los ritmos entrenando de algún modo se tenían que reflejar en alguna carrera. También marca personal batiendo por 51 segundos mi anterior marca. Ahora se queda en 41,49. Puesto 702. Un 9. Me faltó lo que me faltó para el 10.
3 Victor. Ya dije que por calidad tenía que ser el primero, pero al haber mejorado nosotros, ahora no le vale con ponerse a correr y ya está para ganarnos. No tengo ninguna duda que a poco que entrene vuelve a estar delante de nosotros. Su tiempo 42,40. Puesto 861. Un 7.
4. Murat (el niño de Mostoles). Fenomenal carrera de mi antiguo compañero universitario. Desde luego es el que más progresa. Cada año mejora sus tiempos anteriores. Este año nueva marca personal, 43,09. Seguro que el año que viene baja de los 43. Un 9
5 Angel ( policeman). Su tiempo 45,46 tiene mucho mérito ya que debido a una caída venía con poco tiempo de entrenamiento. Sigue sin bajar de 45, su asignatura pendiente ( es que vi la peli de Garci). Un 8
6 Mi padre. 46,28. 68 años y ahí sigue corriendo a ritmos ligeros e inalcanzables para muchos. Ni caidas, ni la edad, ni una mala carrera en la Media de las Bellotas, nada puede con él. Siempre vuelve. Un 10.
7. Entramos en la cola del pelotón y en los que ya no hicieron tan buena carrera. Toñin. Decepcionante su 50,33. Esperaba más de mi amigo. A ver si esta navidad quedamos algunas tardes y recupera su mojo. Un 2.
8. Constancio de Castro. Lo clavé. Dije 52 e hizo 52,34. Ya conozco sus ritmos, sus ambiciones y su falta de tesón. Cuando llega a la barra del bar, ahí si que muestra un hambre que ya quisiera en las carreras. Un 4. Otro policia del Congreso, Roldan hizo el mismo tiempo clavado.
9 Y la última posición fue para Roberto, que después de decirme que tenía poca confianza en él, me demostró que mi falta de confianza, que para mí era realismo ( dije que haría 47) estaba más que justificada. Se fue a los 54,28. En su descargo hay que decir que tras aguantar 2 kilómetros a ritmo de mi padre, se lesionó y bastante hizo con acabar la carrera. Un 3 y porque le tengo al lado y no quiero luego represalias.
Tanto para los que la hicimos bien como para los que la hicieron mal, habrá más, siempre hay otra carrera donde poder mejorar, empeorar y como siempre disfrutar que al fin y al cabo es de lo que se trata.
