martes, 28 de enero de 2014

Media Maraton de Getafe (2014)


Cada vez me gusta menos correr en Getafe. No tengo buena relación con las carreras que se celebran en el sitio donde he nacido, donde vivo. La excepción es la de los Escolapios, pero ahí se ve que no hay animo de lucro y las cosas son muy distintas.
Animado por el cambio de recorrido, que lo publicitaban como más rápido, y por el buen entrenamiento que llevaba, o al menos eso creía yo, este año pague los 16 pavos de rigor y me apunte superando la tentación de correr silvestre, que ya son muchas carreras y muchas tomaduras de pelo. 
Desde el principio las decisiones que tomé fueron erróneas. Me vestí delante de mi mujer y teniendo pensado ponerme mi camiseta de tirantes y pantalón de siempre, empezó que nunca me ponía lo que ella me había regalado, que ya no me iba a regalar nada más. Total, la hago caso, y salgo con una de hombreras, encima la corta que es bien gordita y encima mi cuñado me dice que como voy a salir así, que hace frío, y me pongo otra de manga larga. Solo me falto correr con un plumas, vamos. 
Me llevo dos relojes por si uno falla, y mi flamante y nuevo ipod shuffle con la música que me iba a llevar a pulverizar mi marca personal. Se da la salida, y un reloj falla. El garmín, que como le tengo abandonado, debió decir, ahora que te den por culo. Menos mal que llevaba la pijadita del Nike. Salimos Murat, mi cuñado que debido a su curro ni entrena ni nada con lo que sólo haría unos kms, y yo. El primer kilómetro me marca 4.00. A partir del km. 2 nos plantamos en 4.30 y cogemos el ritmo. 
Decir que había mucha gente es quedarse corto. Teóricamente corríamos 4000, pero animados por el buen día, parecía eso la San Silvestre Vallecana. Los dos carriles llenos y los pasos por las innumerables glorietas se hacían pesadísimos. En cuanto a la música que llevaba, no se que me habría metido cuando la descargue para el ipod, porque me sonaba una música perfecta para la Fabrik a las 8 de la mañana. Me estaba aturdiendo. Cuando pude baje el volumen, pero ya tenía la cabeza echa un bombo. A los 3 km. sudaba como un gorrino ya del calor que tenía. Pero dije ya que estoy, aguanto y luego le dejo a Raquel la camiseta de manga larga. 
El recorrido fantasmal hacía el resto. Hasta el km. 10 no salimos de Los Molinos. Ni un alma. Avenidas largas y glorietas, cuantas glorietas. No hay ni tiendas. Tan sólo un chino que no se a quien animaba y corría por la acera. A todo esto, yo sigo apretando y dejo a Murat. Estaba mal y lo sabía, pero ya se sabe que cuando un tonto coge un camino, el camino se acaba y el tonto sigue. Y yo seguía con mi objetivo en mente. Paso el 10.000 en 45,17. Ya voy sólo. Y tengo frio. Encima no he podido coger agua en el avituallamiento de..dos mesas que había. Dos putas mesas para una estampida de ñus. Pagas 16 euros para que te pongan el primer avituallamiento en el km. 7 y con dos mesas. Así que no pude beber hasta el km. 14. Antes pasé donde estaba Raquel con los niños. Les dije que me encontraba mal, y Lucas me pregunto que si iba a devolver. Lo de la Maraton se le quedo marcado al pobre. La deje a Raquel la puñetera camiseta de manga larga..en que hora, y el reloj que no me había funcionado. Y también le deje las fuerzas. 
Me tome un gel que llevaba y sentí como se me aflojaron las tripas. Unos retortijones que los pude controlar y unos escalofrios que presagiaban que la cosa se iba a poner muy malita.
Hasta el km. 12 aguanté el ritmo. El 12 le hice a 4.27 y ya el 13 y el 14 a 4.58. En el 14 me pare en el avituallamiento a beber, y como pude fui a ritmos cercanos a 5 minutos el km. En el 17 paré a estirar. Y por la Calle Madrid iba como un walking dead. A 1 km de meta volví a ver a Raquel y a los niños. Me paré con ellos un buen rato, y enfile a meta muy desinflado y sin ninguna ilusión. 
Mi tiempo lo de menos 1.43,03. ¿ Qué puede haber fallado? Pues hice muchas cosas mal. Mal vestuario, no beber agua hasta el km. 14. Estar pendiente de la música.. no se no encontré nunca sensaciones agradables. El recorrido fue horrible por aburrido y pesado. No es que fuera duro, pero muchas veces la dureza se puede compensar con belleza, ambiente y demás. Y este recorrido era deprimente. Pero el principal culpable creo que soy yo. Mi entrenamiento se ha revelado bueno, pero para distancias cortas. Llevo 3 medías maratones y las 3 un desastre. Necesito empezar a meter más kilómetros y fortalecer la mente y las piernas. Necesito ya hacer una buena carrera larga. Murat hizo 1.45. En su linea, pero tampoco es para que esté contento. Él esperaba bajar de 1.40.
El año que viene ya me han visto el pelo a mí. Esta carrera a 12 euros vale. A 16 y racaneando el agua han perdido un corredor para el año que viene. Aunque supongo que a ellos les dará lo mismo. Hay muchos peces en el río.

martes, 14 de enero de 2014

San Silvestre Toledana (2013)



Bueno, estas son las mejores fotos que he podido encontrar de la carrera. En la primera se aprecia a mi padre, de negro, muy conjuntado, con su estilo característico. En la segunda entre el bosque de cabezas, destaca una con gorro de navidad. Pues ese es mi sobrino. Los demás no deberíamos andar muy lejos.
Decir que estuve a punto de no correrla. Dos días antes me dio un latigazo en el cuello y andaba medio jiringado. Así que siguiendo los consejos de Begoña, una compañera de trabajo me puse a un tratamiento intensivo de cremas y demás potingues para intentar que la zona se relajara. En la misma mañana lo veía muy negro, pero bueno fuimos a Toledo a ver si había suerte.
Cuando me cambié e hice las primeras carreritas de calentamiento me di cuenta de dos cosas. Una que si iba a correr. Otra que no podría mirar para abajo ni mirar a mi derecha. Por lo demás esta listo para salir. Estábamos todos los que habíamos ido, menos Victor que pese a que le vimos cuando estábamos con el coche, en la salida ya fue imposible encontrarnos. Nos colocamos bien, por la fila 20 más o menos. 
Se da la salida. Sorteando gente que sale lenta y se ha colocado mal. Mi cuñado, un maestro en estas lides, aprovecha para coger los primeros metros de ventaja. Mi sobrino iba un poquito por delante, pero el lo hace de modo natural. Murat y yo somos el pelotón. Mi cuñado coge a mi sobrino y se convierte en la referencia. Los primeros km. de bajada, aunque se va intercalando alguna cuesta de aperitivo como la Avenida de Europa. Los ritmos, unos segundos por encima de cuatro. Toda la parte nueva de Toledo, lo sabido y ya vivido, aunque no por eso menos emocionante. Una multitud animando que ya quisiera para si otra San Silvestre con mucho más nombre y que cobra un pasta por correr.
Nos vamos encaminando a la Puerta de Bisagra y sabemos que hay empieza la carrera de verdad. Todo se empina. Torcemos a la derecha y enfilamos la dura cuesta que nos llevará hasta San Juan de los Reyes. Mi cuñado mantiene unos metros de ventaja. Pero mi sobrino le sigue acechando esperando su momento. Yo por detrás llevo a Murat con el gancho. El toque de corneta le da mi sobrino, que se da cuenta que las vacas flacas para mi cuñado han comenzado y se echa sobre él sin ningún miramiento ni respeto a su progenitor. Le alcanza y le pasa. Por detrás yo suelto a Murat ya y empiezo a recortar metros a mi cuñado. A la altura de la iglesia donde me casé, alcanzo a mi cuñado. No le digo nada, no está la cosa para comentarios inútiles. A estas alturas la carretera ya esta bien empalmada, y nos retorcemos más que corremos. Enfilamos el siguiente tramo de subida, mas estrecho, más duro todavía. Cuando llegamos al final, he cogido a mi sobrino. A ver si cojo ahora un poco de aire, que voy que no puedo. Pero hay un tramo de bajada muy acusado y mi sobrino se lanza a tumba abierta, y yo bastante tengo con que mi cuello se mantenga en su sitio. Los adoquines hace que mi cuello me retumbe más de la cuenta y echo el freno. 
Hasta Zocodover, tengo a la vista a mi sobrino. El me aumenta la distancia en la bajada y yo se la recortó subiendo. La bajada hasta Puerta Bisagra la hago tranquilo. Me pasa casi todo el mundo. Pero no puedo correr más. Voy cansado y mi cuello pide arnica. Pienso que mi cuñado puede aparecer en cualquier momento, pero no lo hace. Cuando paso la Puerta Bisagra, tengo unos 300 metros de llano donde vuelvo a apretar y entro muy contento. Una gran carrera. 
TIEMPOS:
1º Ruben (Sobrino) 35,17 puesto 455 ( En neto son unos 20 segundos menos de todos)
2º Yo 35,30, puesto 474
3º Ruben (Cuñado) 35,45, puesto 502
4º Murat 36,51
5º Victor 38,30. puesto 882
6º Mi padre 41,46, puesto 1425
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