Si a un amigo le dices que vaya a ver una película de espías de la Alemania oriental de más de dos horas, seguro que por lo menos te manda a Cuenca, pero la verdad es que la vida de los otros es totalmente recomendable.
El tono es pausado, es una película diesel, pero que va enganchando poco a poco, sin golpes de efecto ni trucos artificiales. Consigue embaucar al espectador involucrandole en el viaje interior que experimenta el oficial de la Stasi interpretado por el pétreo Ulrich Mühe, desde los rígidos postulados del comunismo que vigilaba cualquier divergencia, hasta apoyar la disidencia representada en un escritor y una actriz con poco talento.
En cuanto al director es el novato Florian-Henckel-Donnersmarck. Habrá que seguir su carrera y esperar a la temida segunda obra, porque hay bastantes ejemplos de directores que consiguen un buen debut, seguidos de mediocres trabajos. El film es notable, solo empañado por un final un tanto forzado en la secuencia de la lectura del libro con la dedicatoria. Es un final feliz en el que el degradado oficial encuentra su recompensa por el sacrificio que hizo, pero en la vida real, de las obras de los que otros obtienen beneficios, pocas veces obtenemos recompensas.
1 comentario:
Enhorabuena, comienza tu andadura en esto de los blog, sigue con la aficion tu que tienes tiempo, y disculpa si hay veces que es dificil sacar un minuto para leerte... Nos vemos man....
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