He aguantado las ganas de ver la última peli de Tarantino, porque quería hacerlo bien, sin niebla y con una calidad de sonido que me dejará disfrutar de lo que me ofrece su cine y la verdad, la espera ha merecido la pena.
Malditos Bastardos es una gran película. Sus primeros quince minutos, imponentes, haciendo un homenaje a un clásico como "Hasta que llego su hora", nos muestra como un granjero se derrumba y delata a una familia judía que estaba bajo su protección. La influencia de Leone es palpable. Estamos en la segunda guerra mundial, pero la iconografia es de Western. A ver cuando Tarantino se decide a hacer uno porque puede reventar el genero.
La película es un exceso, con unos actores completamente pasados de rosca, pero que bien me lo he pasado viendo a ese cazador de judíos genialmente interpretado por Christoph Waltz. Sus momentos son geniales y nadie consigue estar a su altura. Brad Pitt es quizá el gran olvidado de Tarantino, pese a ser su estrella.
En la parte final del film, asistimos a un Tarantino en ebullición, quedando más cerca el final de "Top Secret" que de "Doce del Patíbulo". Supongo que a los clásicos el film les parecerá una coña, pero yo me lo he pasado pipa.
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