Bueno, estas son las mejores fotos que he podido encontrar de la carrera. En la primera se aprecia a mi padre, de negro, muy conjuntado, con su estilo característico. En la segunda entre el bosque de cabezas, destaca una con gorro de navidad. Pues ese es mi sobrino. Los demás no deberíamos andar muy lejos.
Decir que estuve a punto de no correrla. Dos días antes me dio un latigazo en el cuello y andaba medio jiringado. Así que siguiendo los consejos de Begoña, una compañera de trabajo me puse a un tratamiento intensivo de cremas y demás potingues para intentar que la zona se relajara. En la misma mañana lo veía muy negro, pero bueno fuimos a Toledo a ver si había suerte.
Cuando me cambié e hice las primeras carreritas de calentamiento me di cuenta de dos cosas. Una que si iba a correr. Otra que no podría mirar para abajo ni mirar a mi derecha. Por lo demás esta listo para salir. Estábamos todos los que habíamos ido, menos Victor que pese a que le vimos cuando estábamos con el coche, en la salida ya fue imposible encontrarnos. Nos colocamos bien, por la fila 20 más o menos.
Se da la salida. Sorteando gente que sale lenta y se ha colocado mal. Mi cuñado, un maestro en estas lides, aprovecha para coger los primeros metros de ventaja. Mi sobrino iba un poquito por delante, pero el lo hace de modo natural. Murat y yo somos el pelotón. Mi cuñado coge a mi sobrino y se convierte en la referencia. Los primeros km. de bajada, aunque se va intercalando alguna cuesta de aperitivo como la Avenida de Europa. Los ritmos, unos segundos por encima de cuatro. Toda la parte nueva de Toledo, lo sabido y ya vivido, aunque no por eso menos emocionante. Una multitud animando que ya quisiera para si otra San Silvestre con mucho más nombre y que cobra un pasta por correr.
Nos vamos encaminando a la Puerta de Bisagra y sabemos que hay empieza la carrera de verdad. Todo se empina. Torcemos a la derecha y enfilamos la dura cuesta que nos llevará hasta San Juan de los Reyes. Mi cuñado mantiene unos metros de ventaja. Pero mi sobrino le sigue acechando esperando su momento. Yo por detrás llevo a Murat con el gancho. El toque de corneta le da mi sobrino, que se da cuenta que las vacas flacas para mi cuñado han comenzado y se echa sobre él sin ningún miramiento ni respeto a su progenitor. Le alcanza y le pasa. Por detrás yo suelto a Murat ya y empiezo a recortar metros a mi cuñado. A la altura de la iglesia donde me casé, alcanzo a mi cuñado. No le digo nada, no está la cosa para comentarios inútiles. A estas alturas la carretera ya esta bien empalmada, y nos retorcemos más que corremos. Enfilamos el siguiente tramo de subida, mas estrecho, más duro todavía. Cuando llegamos al final, he cogido a mi sobrino. A ver si cojo ahora un poco de aire, que voy que no puedo. Pero hay un tramo de bajada muy acusado y mi sobrino se lanza a tumba abierta, y yo bastante tengo con que mi cuello se mantenga en su sitio. Los adoquines hace que mi cuello me retumbe más de la cuenta y echo el freno.
Hasta Zocodover, tengo a la vista a mi sobrino. El me aumenta la distancia en la bajada y yo se la recortó subiendo. La bajada hasta Puerta Bisagra la hago tranquilo. Me pasa casi todo el mundo. Pero no puedo correr más. Voy cansado y mi cuello pide arnica. Pienso que mi cuñado puede aparecer en cualquier momento, pero no lo hace. Cuando paso la Puerta Bisagra, tengo unos 300 metros de llano donde vuelvo a apretar y entro muy contento. Una gran carrera.
TIEMPOS:
1º Ruben (Sobrino) 35,17 puesto 455 ( En neto son unos 20 segundos menos de todos)
2º Yo 35,30, puesto 474
3º Ruben (Cuñado) 35,45, puesto 502
4º Murat 36,51
5º Victor 38,30. puesto 882
6º Mi padre 41,46, puesto 1425
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