Hace ya tiempo que corrimos esta Media Maraton y cada vez soy más remolón a la hora de poner las crónicas, pero es la única manera de que cada una de las carreras quede para la posteridad, así que hay vamos. Como paso tanto tiempo voy a obviar la crónica logística, el levantarse a las 4 y 30 de la mañana, el salir a las 5 y cuarto, el paseo por el pueblo de mi Padre, y todo. Nos teletransportamos y ya estamos en la salida. Mi padre, mi cuñado, Constan y yo. Se da la salida. El día no es malo. No llueve por lo menos como el año pasado. Pero hace unas rachas de aire que cuando salimos a la carretera abierta se harían mucho más acusadas.
Mi cuñado está muy fuerte. Demasiado para mí. Pone un ritmo potentísimo más cercano a los 4 minutos el kilómetro que a los 4.30. El km. 2 lo pasamos en 8.10, y yo voy forzado para que engañarnos. Mi padre rápido se suelta, buscando su ritmo. Tan sólo en un par de kilómetros fui por delante de mi cuñado y eso fue porque este se paro a coger no se que collar de oro. Luego se puso a mi altura, y volví a estar a unos metros. El km. 10 lo paso en 44.27. Llevo tiempo de mejorar el tiempo del año pasado, pero se que no estoy como el año pasado, ni de fuerzas, ni de confianza. Desde el km. 13 empiezo a bajar. No es una gran pajara, pero mi ritmo se hace más decadente. Nada que ver con el año pasado, que iba como una moto. A mi cuñado poco a poco le voy perdiendo de vista y olvidandome de él. Los últimos kilómetros los hago tranquilo, sabiendo que no va a haber una gran marca, pero que bueno, tampoco ha sido un desastre. Pero no me gusta correr asi, de más a menos. Te deja mal sabor de boca.
Los puestos de cada uno fueron los siguientes:
1. Ruben, puesto 178 // 1.35,05
2. David, puesto 216 // 1.38,13
3. Mi padre, puesto 278 // 1.42,49
4. Constan, puesto 382 //1.54,36
Buena carrera de mi cuñado, aunque dos minutos peor que el año pasado. Seguramente le falto que yo le apretara un poco por detrás, para haber llegado a los tiempos del año pasado. De todos modos, esta fortísimo, para mí, inalcanzable ahora.
A mi me falto fuelle en el último tercio de la prueba. Si hubiera hecho una carrera más inteligente, pudiera haber estado en el 1.36. No creo que mucho más. Decepcionante.
Mi padre, el mejor. Haciendo una carrera con un ritmo constante y consiguiendo por fin ser profeta en su tierra y alzándose con la segunda posición en su categoría. Trofeo y dulce de membrillo fueron sus obsequios. Su cara de satisfacción lo decía de todo. Enhorabuena.
Constan sigue estancado en sus tiempos, cada vez más flojo, a doce minutos de mi padre. Una pasada.
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