Tras casi dos meses sin competir, y sin entrenar debido a mi nueva faceta progenitora, y con el mal recuerdo de mi paso por el mapoma, volvimos a una carrera nueva para mi, los 10 km. urbanos de Carabanchel. Perfil durillo, aunque la mañana del domingo se presentó con un clima ideal, lo que hacía más apetecible volver a calzarse las zapatillas.
De salida fui bastante cuadrado, bastante tenía con seguir a mi padre. Mi cuñado se quedo por detrás, listo que fue. En el km 6 nos alcanzó y fuimos los tres juntos, hasta el ultimo kilómetro donde los piques hicieron acto de presencia. Acabe en 46,55 algo mejor de lo esperado. A veinte segundos entró mi cuñado y a otros veinte mi padre. Antes en el Km. 8 habíamos encontrado a mi sobrino completamente fundido ¿ la novia, los exámenes?, cualquiera sabe.
Una semana más tarde fuimos a los 10 Km. de San Antonio de la Florida, segunda vez que la corría, conservando buenos recuerdos de la primera. No hacía calor, y llovía intermitente, genial. Durante la semana no había entrenado nada, y estuve trabajando todo el fin de semana, ya empezamos con las excusas. Pero no, la carrera se me dio muy bien. Corrí de menos a más, saliendo a 4.38 el primer km. Sabíamos que había dos subidas fuertes con lo que no se podía hacer demasiados alardes al principio. Salimos Toñin, mi padre y yo juntos. Toñin se fue por delante en el km 2, pero tras la primera subida que la hicimos contentos, pero sin presumir, le alcanzamos. Empezamos a incrementar poco a poco el ritmo, quedandonos solos mi padre y yo, aunque acompañados de una lluvia torrencial que nos acompañaria hasta meta, haciendo que las sensaciones se multiplicaran. Al final acabe con 46.35, tiempo oficial, detrás entro mi padre con 46.55, mi cuñado con 48.23 y Toñin con 49.04, de los demás ni hablamos.
En resumen, buenas carreras para no perder del todo la forma en este periodo tranquilo, el calor dentro de poco empezará a apretar y las ganas de correr a disminuir, ya vendrán tiempos mejores.
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