Maraton Popular de Madrid (Mapoma)

Hace ya tres días que corrimos el Mapoma y todavía sigo recordando sensaciones, momentos, pensando si pude tirar algo más, o está bien como está. El Maraton es distinto a cualquier carrera. Vas pasando por una serie de etapas en la que se te quedan grabadas a fuego lento tanto las euforias como los sufrimientos, las alegrías y las decepciones. Nunca se olvidan. Se podría decir, y me estoy poniendo cursi, que es una metáfora de la vida. Sales como un niño, contento, juguetón y locuaz. Por el Km. 10 estas rebelde con ganas de ir más deprisa de lo que debes. Por el 20, la plenitud, el disfrutar de la carrera. Cuando llegas al 30 empieza la decrepitud física, y al llegar al final solo quieres acabar y descansar. Los pies cocidos, las piernas rotas, y la cabeza ida, y si no me creéis sólo hay que ver como llegó mi cuñado.

Para esta edición se cambió el recorrido y a mi me ha encantado, sobre todo la zona entre la Calle Fuencarral y el Palacio Real, pasando por Puerta del Sol y C/Mayor. Alucinante. La salida a las 9. Se adivina día caluroso con lo que hay que ser precavido. Grupo numeroso, aunque pocos salimos a completarla entera. Tan sólo Constan, Pedro, Rubén y yo. Mi padre y mi sobrino harán parte del recorrido. Paco del chalet, también. Nieto estaba desaparecido, así que nada.

Poco que decir de los primeros kilómetros que pasamos hablando e intentado no perder a nadie, que con la gente que hay es bastante fácil. Llegamos a Plaza Castilla y un olor a churros nos despierta el apetito. Pedro y mi padre marcan el ritmo, y retienen un poco a mi sobrino que siempre va un par de metros por delante. Km. 16 Callao, Rubencín cumple con la primera parte de su recorrido entre ruido de tambores que amenizan la prueba. Pasamos por la Puerta del Sol, Palacio Real, eufóricos. !Qué bonito es Madrid y cuanta gente animando!Km. 19 C/Ferraz comienza una subida que nos avisa que no todo es oro lo que reluce. Vamos lentos, pero seguros. La media maraton nos pilla bajando la famosa cuesta de la Carrera de San Antonio de la Florida. Marcamos 2 horas tiempo real. Nos hemos ido unos minutos, pero lo importante es que vamos bien.

LLegamos a Príncipe Pio, y allí mi Padre nos abandona. Entramos en la casa de campo. La cosa se empieza a poner difícil. El calor aprieta y el terreno se vuelve más duro. Por el Km. 26 aproximadamente mi cuñado se descuelga. Llevaba ampollas en los pies y dolor en la rodilla. El calor para él es mal enemigo. Nos vamos Pedro, Constan y yo, acompañados de un amigo de Pedro que nos llevaría hasta la salida de la casa de campo.

Km. 30. Para entonces el globo de las 4h. ya nos ha pasado, pero estamos incrementado el ritmo. No voy mal, pero queda mucho. Salimos de la casa de campo, y empezamos con las subidas. El maraton es como la liga, en el Bernabeu se disfruta y en el Calderón se sufre, chiste malo. Mi padre y mi sobrino hacen otra vez acto de presencia hacía el km. 32, en plena subida. Mi padre se queda para localizar a mi cuñado pero no lo consigue. Sobre el km. 36, Pedro, se tiene que parar a devolver. Con el incremento del ritmo habíamos adelantado otra vez al globo de las 4 horas, con lo que era factible el bajar de ese tope. Y en el km. 37, soy yo el que no puede más. La subida de Mendez Alvaro a Atocha tengo que hacerla andando, con lo que fastidio el bajar de cuatro horas, pero la verdad es que no podía más. Mi sobrino va conmigo dándome ánimos, y rápido volvemos a correr. Mi padre va más adelante con Constan. El desfile de zombies es total. El calor hace estragos y los del Samur se multiplican. Una subida más, la de Menéndez Pelayo, otra vez andando y un par de kilómetritos y la tan ansiada meta. 4,10,17. entrando con mis dos sobrinos, momento para la historia.

En cuanto a los demás, Constan, perfecto, 3,59. Entreno mucho y tuvo su recompensa. Está hecho un torete. Una vez comida la sandía y buscada la gente, nos faltaba uno. ¿Donde está Rubén?. No aparecía, asi que nos fuímos para el coche. Tampoco. Cuando por fin apareció parecía un cadaver. Le habían tenido en el hospitalillo pinchandole y tomándole la tensión. En el km. 40 llevaba 4,10. Pues bien acabo en 4.40. !30 minutos para 2 km!. Los hizo acompañados de miembros del Samur, y nada más entrar se desplomo. Pero consiguió entrar en meta, con dos cojones!.

La mejor maraton de todas las que llevo disputadas, por circuito, por sensaciones, por todo. El año que viene esperamos volver a estar ahí, con más kilómetros de entrenamientos, y a intentar acabarla sin andar ni un metro. La progresión me lo dice. El primer año pinche en el 27, el segundo en el 32, y este en el 37. Lo siguiente es acabarla y en menos de cuatro horas.

Vaya ladrillo que he soltao! ahí es nada!

Los olvidados (Sidonie)

Esta semana dejo el nuevo video de Sidonie, Los olvidados que pertenece a su disco del año pasado "Costa Azul". En el aparece la modelo y pseudoactriz Blanca Romero, aunque la voz femenina no es suya. Una gran canción que muestra el cambio que esta experimentando este grupo cada vez más popies y melódicos.

Getafe-Bayern Munich

Esta semana no hay canción. Todavía roto por el partido de ayer, e intentado coger ánimos, dejo el audio de los tres goles que marcamos.
Partido que será recordado dentro de unos años como una gesta, pero que a todos los que lo vivimos en directo nos ha dejado sin posible consuelo. Estoy seguro que nunca viviré un partido tan intenso y a la vez tan cruel.

Breath (6/10)

Se puede decir que es la primera decepción que me llevo con el maestro. En su último film, rodado en poco más de una semana, el genial director da una vuelta de tuerca al sufrimiento y las relaciones de pareja vistas en la esplendida "Hierro 3".

Cuenta la relación que se establece entre una mujer que sufre la infidelidad de su marido y un condenado a muerte con tendencias suicidas. Son personajes al límite del sufrimiento, que encuentran en esa relación un punto de evasión en sus vidas.

Kim Ki Duk se puede acabar convirtiendo en una especie de Woody Allen del sufrimiento. Sus historias suelen ser parecidas, pero siempre sorprenden, aunque en este caso, algo menos. Habiendo hecho "Hierro 3", considero a este film innecesario. El film se puede ver, y mezcla escenas de indudable y redundante belleza, como la camisa blanca planeando sobre el suelo gris, con situaciones descolocantes, como esos números musicales, que uno no sabe si son obra de un iluminado, o de un embaucador. Ya sólo me falta un film del director por ver, "Domicilio Desconocido", cuando lo haya hecho, habré cuadrado el circulo.

Carrera Popular Villa de Pantoja

Este año hemos pasado de la Media de Madrid, aburridos de la poca animación, los precios excesivos y las aglomeraciones que no te dejan correr, y nos hemos ido a La Sagra, concretamente a Pantoja, pueblo pequeño pero que va creciendo a pasos agigantados, como el resto de la zona.
Aunque al llegar parecía todo muy verde, poco a poco fue cogiendo color, y al final pudimos disfrutar de un gran ambiente y una gran carrera.
Primero las categorías inferiores. Rompió el fuego mi sobrina, que tras dejar atrás su característico baile de san vito en la salida, fruto de los nervios, consiguió ser tercera y conseguir un trofeo y cheque de 30 euros en material deportivo. A ver si va cogiendo confianza porque podemos tener a una campeona en ciernes.
Luego nuestro cheque en blanco, el que nunca falla, aunque viendo sus rivales, teníamos algunas dudas. Estaba Mohamed Ali, no es coña, cuarto de España en su categoría, una autentica máquina, pese a su aspecto frágil y de niño bueno. Y Fernando Carro, idem, aunque luego éste se decanto por la carrera absoluta donde consiguió ser tercero con 16 años. Salida suave y al paso de la primera vuelta, ya vemos a Ali y a mi sobrino sólos. Guillermo, el amigo de mi sobrino, venía con el grupo de las primeras chicas senior. No sabe nada, se busca buena compañía. Expectantes en linea de meta por ver quien aparecía primero, no hubo sorpresas. Entró Ali bastante destacado. Rubén segundo. Muy buena su carrera. Le veo cada vez más centrado, a ver si le pasa lo mismo con los estudios. Trofeo y cheque de 60 pavos. Así da gusto. Guillermo, una pena, entró cuarto en apretado sprint con las chavalas.
Salimos nosotros. Cuatro vueltas a un circuito con mala leche. Una subida que empieza en una huerta y acaba revirándose en el pueblo, cual puerto de montaña del Tour. Mi cuñado y yo nos vamos. Mi padre nos sigue a distancia y más atrás Constan y Guerra. Los ritmos cercanos a 4.20. No vamos los últimos de todo. Más o menos del medio. Vamos así hasta la subida de la tercera vuelta donde mi cuñado pierde unos metros. Me recupera un poco hasta el comienzo de la subida de la cuarta vuelta y ahí se vuelve a desprender otro poco. Al final entré con 31,02 en 7 kilómetros. Mi cuñado entro a unos 15 segundos. Mi padre a unos dos minutos. Un bocata y camiseta para todos. Y pitando para Getafe que tenía al enano malo.
Una gran carrera que cada año va creciendo, debido a los cuantiosos premios, su baja cuota y el buen ambiente que reina. Cada vez estoy más convencido que hay que alejarse de Madrid para disfrutar de verdad corriendo. Ya lo siguiente, palabras mayores, MAPOMA. Tres semanas quedan, y yo con estos pelos..

Carrera Intercampus

Nos estamos haciendo unos fieles a esta prueba. Tercer año consecutivo y primero en plenitud de facultades. Repetíamos el recorrido del año pasado, Leganes - Getafe. Entre el cambio de hora, otras pruebas, entrenamientos maratonianos, y tal, varias rajadas. Al final, sólo mi padre, mi cuñado y yo. Además de mi sobrino y Nacho que debutaba en la distancia.

Entre retrasos y demás, no nos dio tiempo a calentar y en esas, tomamos la salida. Ya la conocíamos de otros años. Siempre se forma un pequeño embudo. Muchos se quejan, pero las he visto peores. Mi cuñado sale disparado, me cuesta alcanzarle. A mi padre le pasa lo mismo, pero nos coge, y ya estamos los tres juntos. Km. 1. Lo pasamos en 4,20. Vamos deprisa, pero los demás también. Km. 2, 8,30. Pasamos a Nachete, que había salido como un tiro. Hasta el km. 4, bajada. Mi padre se resiente de su lesión en el muslo y nos vamos mi cuñado y yo. La historia se repite. Km. 5, 22 minutos. Ya vamos por el Bercial y el viento en contra va haciendo mella. El terreno engaña, lo sabré yo, que entreno por ahí. En un ringorrango, veo a mi sobrino, con cara de concentrado, serio. Le gritó y ni caso. Mi cuñado flaquea, pero yo tampoco voy muy sobrado. En el paso a Getafe, se descuelga. Me marcho sin mucha convicción. Veo a mi madre, por fin alguien que anima. Los últimos km. los hago con fuerza, pero sin entrar en la zona. Acabo en 44,36. Mi cuñado lo hace en 44,57. Mi padre en 47,38 entrando lesionado. A mi sobrino me le encuentro con hielo en la pierna. Había terminado en 38,32, quinto de la categoría de menos de 18. No estaba muy contento de su carrera. A ver si se desquita en Pantoja la semana siguiente.

Y para el final reservo a la gran sorpresa, Nachete, que acabó en 53 minutos, pero que hizo bastante con terminar sus primeros diez kilómetros. Y no me quiero olvidar de mi sobrina, que corrió en su categoría y quedo tercera, pese a una salida horrible y tumultuosa. Enhorabuena a los dos.