Mi cara entrando en meta lo dice todo. De fastidio, de rabia, de ya te cogeré cuando este mejor. Pero a día de hoy mi cuñado es inalcanzable, lo tengo que reconocer. Mientras tanto, me queda sufrir y disfrutar en la medida de lo posible. Para la última carrera de la temporada nos esperaba una prueba novel. En Alcorcon, campo a través y con participantes la mayoría en un perfecto estado de forma física, aunque como ya hemos comprobado en otras pruebas eso no es sinónimo de que sean unos galgos. A veces salen podencos.
Carrera gratuita y mucha afluencia por nuestra parte..mi cuñado, mi padre, Constan, Guerra, Murat (mi compañero de la Universidad), Carlos (camarero del Congreso) y como estrella invitada, mi sobrino, en su primera carrera desde su retirada.
El recorrido durísimo, con mucha subida, y mucha arena playera que hacía que los apoyos fueran complicados y los tobillos sufrieran más de la cuenta. Todo esto bajo un sol de justicia.
De salida, vamos a ritmos de 4.30. y hacia el km. 2 mi cuñado se va como un rayo. Mi sobrino va detrás de él. Yo me quedo con Murat y mi padre va a unos metros de nosotros. En la primera cuesta importante, Murat se descuelga y alcanzo a mi sobrino. Vamos Rubencín y yo juntos un par de kilómetros y luego él se descuelga asimilando las fiestas de Getafe, la falta de forma y la llegada a casa a las 5 de la mañana. Lo importante es que venga y disfrute corriendo. Poco a poco recuperara su forma y alejado ya de equipos y demás, volverá a correr deprisa.
Los últimos km. duros, durísimos. Los tiempos no han salido todavía, pero mi cuñado me tuvo que sacar un par de minutos. Yo entre un minuto por delante de mi padre (como siempre esplendido) y Murat. Luego entraría mi sobrino y mucho más atrás Constan y Guerra. Luego panceta y chorizo para todos menos para mi sobrino y para mi que tenía un bautizo y me fui al chalet donde nos pegamos el primera baño del año. Y con esto, la temporada llega a su fin.
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