Muchas críticas recibió la adaptación de la novela de Perez Reverte, y a mí, quizás por mi ignorancia, al no haberla leído, no me parece tan mala. Como peliculilla de aventuras no aburre del todo y como mostrador de actores de postín en horas bajas sirve para confirmar el porque de la caída.
Carmelo Gómez desatado, algo que ya no sorprende. Se agradecería algo de recato en su manera de interpretar, pero a estas alturas poco puede aprender ya.
Aitana Sánchez Gijon no convence en su papel de mujer turbia y que engaña a todos. No trastorna, no me parece que este a la altura de otras mujeres fatales. Tan sólo apetece verla despelotarse que eso lo sigue haciendo muy bien.
Película para ver sin pretensiones, que hay muchas tardes de domingo vacias. Te puede dar un poco de entretenimiento, tampoco mucho, que como decía un ex amigo mio, la esencia se vende en botes frascos. Por cierto, a ver si alguién me puede decir si la expresión que dice Carmelo Gómez de "Estoy boquerón" viene en el libro porque me parece penosa.
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