lunes, 28 de noviembre de 2011

Carrera de las Aficiones Marca (2011)


Y cayó la marca del 10.000. Más de tres años hacía que tenía 42.47 y en dos meses me he cargado la marca de la media y la del 10.000. La nueva marca es 42.40. La parte mala es que tampoco pude ganar a mi cuñado. Está claro que no cojo el punto de las carreras. O salgo muy deprisa y peto o me reservo quizás demasiado y luego me falta tiempo y distancia.
Fuimos en tren hasta Nuevos Ministerios. Yo con buen entrenamiento pero sin dormir en toda la noche, porque Marqueturri estaba con las muelas y dio una noche toledana.
Allí habíamos quedado con Pedro por un lado y con Toñin con otro. Pedro bien, le vemos, ropero y a esperar. Toñín, mal, muy mal. Llego tarde y por esperarle nos tuvimos que poner en la salida bastante atrás. No pasa nada. Es amigo y se le perdona. Ya sabemos que la puntualidad no es su fuerte.
Se da la salida y nos cuesta avanzar. Mi cuñado se para a mear, para no perder la costumbre. Vamos despacio. Yo me he quedado con Pedro. Va tirando él. Ya se que una buena marca va a ser imposible. Veo a mi cuñado al otro lado de la calzada que va como un tiro en mi búsqueda. No le digo nada. Voy a hacer mi carrera tranquilo y ya está. Tengo que disfrutar corriendo y está es una carrera para disfrutar. Cuesta abajo. Hasta el avituallamiento voy con Murat. Le grito que no beba, que se pierde mucho tiempo, pero no me hace caso. Se queda atrás, y yo me voy. Me meten un petardo en el culo. Subo Carrera de San Jerónimo haciendo zig-zag saludando a los policías del Congreso y ya voy casi a cuatro. A falta de dos kilómetros veo a mi cuñado. Está un poco lejos, pero voy como un tiro. Se que a no se que se desplome no le voy a pillar, pero pese a eso, hago un último kilómetro en menos de 3.50. Al final 42.40. Marca personal. Un carrerón. Mi cuñado 42.20 mejor todavía. No puedo con él. Hay que reconocerlo. Ya vendrán tiempos mejores. Murat acaba en 44.43. Marca personal. Otro carreron. Mi padre lo hace en 46.03. Como siempre, sobresaliente. Constan 51,29. Aprobado. Toñin 46.28 magnífico tiempo para salir encima más atrás que nosotros.
En resumen, una gran carrera, ideal para hacer grandes marcas. El año que viene volveremos y si salimos más adelante, tendremos posibilidades de volver a batir nuestras marcas.

Dexter en sus horas más bajas

Esta sexta temporada de Dexter está siendo un fiasco. Ya la quinta, fue floja, muy floja y en esta sexta, lejos de animarse e intentar un golpe de efecto, han optado por el continuismo. Supongo que así les debe de ir muy bien.
El chicle le han estirado demasiado, y la verdad es que ha perdido todo su sabor. El rollete de un asesino por temporada, con Dexter detrás de él intentando conciliar su faceta de asesino en serie con su vida familiar ya no da más de si. Encima se ha vuelto cada vez más inverosímil. Cuando trabaja Dexter? Se pasa largas jornadas al acecho de sus presas. Pero este hombre no tiene horarios de trabajo? Ya se que tiene enchufe con su hermana, pero vamos, yo le echaba a la puta calle. Va un ratito a la oficina, y a los dos minutos dice que se va y nunca nadie le pregunta nada.
Por no hablar de su hijo. Tiene la mejor niñera del mundo. Como la pague por horas, no hay sueldo capaz de hacer frente a eso.
No aguantaba a Rita, pero desde que falta en la serie, falta como una especie de contrapeso que no han sido capaz de sustituir. Tampoco apuestan por convertir a Dexter en el monstruo que puede que lleve dentro. Al final siempre sabes como va a reaccionar. Es previsible y eso es lo peor que le puede pasar a un personaje.
Tampoco los personajes que le tienen que dar la réplica a Dexter están a la altura. En esta sexta temporada, el teniente Castillo parece un personaje de Jose Mota y tan sólo el hijo de Tom Hanks está un punto más turbador. Este último episodio acaba con un giro que quiere sorprender y que al menos a mí, no me sorprendió lo más mínimo. Serán los años en común con este personaje. Somos como un matrimonio venido a menos. Lo que antes eran pechos firmes y culo redondo ahora son pelos en el bigote y culo caído.
He leído que la han renovado por otras dos temporadas. Espero que sean las últimas. Que se dediquen a la trama principal. Y que por fin la hermanita de el juego que siempre hemos intuido que podía dar. Ese enfrentamiento entre el bien y el lado oscuro es la única manera de que la serie vuelva a lo que era. Una serie que hasta su cuarta temporada rozó la perfección y ahora se mueve en la más absoluta mediocridad.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Carrera Popular BBVA (2011)


En esta ocasión no nos hicimos fotos. Tan solo he podido conseguir está de mi entrada en meta, donde se me observan mis piernas, y que piernas madre mía, jejej.
Con la baja de mi padre, de vacaciones en Benidorm, repetimos por segundo año consecutivo en esta carrera que por precio y por prestaciones es de las mejores de Madrid.
En la salida se me va el GPS del rejoj, y me quedo sin cronometro. Primer contratiempo que consigue que no esté en lo que tengo que estar porque los primeros metros los hago más pendiente del reloj que de la carrera.
Salgo silvestre, sin control de tiempo y con unas sensaciones raras, de saber que hoy no es el día. Pese a ello, se que voy deprisa y también se que a ese ritmo no voy a llegar vivo a la cuesta del Ángel Caído, pero hoy me resigno a mi suerte y sé que es un buen día para morir de pie.
La única referencia la tengo de boca de mi amigo Murat que me dice que a los dos kilómetros llevamos casi 8.30. A partir de ahí, hasta meta sin ninguna referencia temporal.
Es decirme mi compañero la referencia y como premio me marcho solo en busca de la gloria, en busca de la soledad, en busca de acabar subiendo la cuesta del Angel Caído andando. Desde luego, no me pillo desprevenido. Al llegar al km. 5 ya se que voy cocido. Y pienso en irme. en acabar en 5 km. como un campeón, con mi cuñado que viene por detrás, y podía haber entrado en plan campeón. La tentación es grande, pero mi fair play gana. Eso no es ganar en buena lid. Y sigo deprisa, pero con un ritmo artificial, un ritmo destinado al fracaso. Al llegar a Atocha y enfilar la cuesta de Alfonso XII lo hago sin ganas, con pocas fuerzas, pero con menos ganas y menos motivación aún. Mi cuñado me alcanza, y no presento batalla. Me paro y ando. Subo tres tercios de cuesta andando y vuelvo a correr. Y curiosamente vuelvo a correr bien y mantengo la distancia con mi cuñado, aproximadamente de unos 15 segundos. Tan sólo en los últimos 500 metros me la ampliaría un poquito más. Entro sin motivación, y la verdad no me duele la derrota. Lo sabía desde la salida, pero por lo menos nadie me podrá acusar de chuparruedas.
Luego tocaría la parte buena del día. las cañas en las cabezas de toro, y luego le tocaba correr a Lucas en Getafe. Y los estúpidos organizadores no se les ocurre otra cosa que meterles 1 km y 200 mt. a niños tan pequeños. Con 4 años, Lucas se corrió su primer km. como un campeón aunque al final el pobre lo pasó un poco mal. Hoy ha conocido lo que son las agujetas.
Tiempos:
Ruben: 44,19 puesto 535
Yo: 44,44 puesto 596
Pedro: 48.05, puesto 1229
Constan: 53,44, puesto 2603

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Una imagen vale más que mil palabras




Ante el acoso moral al que vengo sometido por parte de mi familia (especialmente mi hermana y mi sobrina) intentando minar mi moral de cara a futuros enfrentamientos, dejo estás dos fotos de la entrada en meta en el Medio Maraton de Montfragüe, donde se ve bien claro quien llevaba más fuerzas. Me faltaron metros, no fuerzas.
Supongo que seguirá el regodeo y la chanza a mi costa, porque mi cuñado me ha ganado por !!17 segundos!! en una carrera de 21 Km. El día que pulverizamos nuestra marca personal no he oído más que cosas como, - que te ha pasado??, - hoy te han dado "pa el pelo",,, todo ello acompañado de risitas maliciosas, sobre todo mi sobrina que es muy listilla. Espero que con estas fotos de la entrada en meta haya quedado bien claro quien iba más fuerte.