Película con indudables aciertos y con defectos que la lastran para dejarla en un film no tan grande como podía haber sido.
Una pareja acoge un niño de 8 años peruano con problemas de conducta y se van dando cuenta que a lo mejor no están preparados para tamaña tarea. Las interpretaciones son creíbles, aunque con la manera que tiene Alberto San Juan de hablar, a mí siempre me da la risa, no lo puedo evitar. En la escena en la que llama a Rosa para decirle que sospecha que le están quitando el dinero yo no podía más. La dice " Rosa estamos muy contentos contigo y tu relación con el niño. Tienes paciencia y te entiendes con él, pero el caso es que, no se si se ha dado cuenta de que ha cambiado los tarros del azúcar y la sal.. y que hago yo ahora!.. que me he cargado la comida!! Es una escena dramática y yo descojonado con la entonación de SanJuan.
Lo primero que me carga de la película y no sólo de estas es lo del rollete de que los personajes estén escuchando la radio. Siempre sale el mismo. Carles Francino y la Ser. A ver si alguna vez tienen huevos de meter a Losantos. Y siempre entre diálogo y diálogo meten algo favorable al PSOE o en contra del PP. Aqui cuelan críticas a la política sanitaria de Esperanza Aguirre y que guays somos todos los progres. Ya estoy cansado de que nos intenten adoctrinar.
Otra cosa es lo de meter al niño peruano. El problema es la acogida y criar a un niño cabroncete y con problemas. Todos tenemos nuestra cuota de egoísmo y de querer vivir bien sin complicaciones, y si un niño te las da pero es tuyo te aguantas, pero si encima eres tú el que te lo has buscado es cuando entran las dudas. El niño podría haber sido español perfectamente y la pareja tener los mismos problemas.
El temita de la madre del niño es lo peor del film. Le quita realismo, y confunde a la verdadera historia que es los problemas de la pareja para enfrentarse a sus responsabilidades, frustraciones y miedos. Las escenas de la madre con el niño yo me las hubiera merendado en montaje.
El final, ese final..no lo cuento, pero leches, que la vida es dura. Que miedo nos da la espada. Ahí es donde se ven los buenos toreros y este director tras empezar bien la faena y enredarse un poco por el camino, la ha rematado con un bajonazo suave, no vaya a ser que alguien salga herido.
Lo mejor la camiseta de Sousa del Geta que llevaba Manu, o era Kevin...