miércoles, 23 de mayo de 2012

Don y Joan



Supongo que era algo que todos estábamos esperando. Supongo que los seguidores de Mad Men siempre habíamos tenido curiosidad y nos hemos preguntado alguna vez como dos de los personajes más promíscuos y atractivos de la serie nunca habían terminado juntos ya fuera en algo rápido o en una relación  más seria. Supongo que la serie nos lo debía y nos lo ha pagado con creces. Como siempre hace Mad Men.
El episodio de ayer, el nº 10 de esta fantástica quinta temporada era raro, como muchos otros últimamente. Lane Pryce comenzando un descenso a los infiernos de una manera un tanto brusca. La falsificación de la firma de Don y ese crédito pedido sin autorización tiene que tener consecuencias fatídicas para el atormentado de Lane. Esto puede significar que estamos ante sus últimos momentos en la agencia, aunque cualquiera sabe. Por otro lado la reaparición de un antiguo conocido nuestro Paul kinsey aporta el punto de surrealismo con el que últimamente nos vienen sorprendiendo. Los Hare Krishna, Star Trek y un polvo rápido en la oficina echado por el soso de Harry componen el coctel friky y quizá prescindible del capítulo. Pero para llegar a los regalos primero hay que quitar los envoltorios.
Cuando Joan pierde por primera vez la compostura en la oficina descargando toda su ira contra la pobre Scarlett, no me imaginaba que se estaba a punto de destapar el tarro de las esencias. La aparición de Draper rescatándola y cubriéndola con su abrigo y   llevándola a probar un jaguar como si fueran marido y mujer fue el preámbulo para el momento afterwork entre los dos. La magia se hizo presente y asistimos a un duelo dialéctico entre los dos cargado de complicidad y erotismo contenido. Los diálogos y frases ingeniosas se sucedían una tras otra y la química entres los dos actores (enorme Hamm) hizo el resto. La frase de Draper: ..Me gusta ser malo y cuando llego a casa ser bueno...es uahhhhhhhh. Lo curioso de la situación es que el irresistible era Draper y eso que Joan tiene poderosas razones para ser la protagonista, pero cuando Draper se pone el sombrero y la dice entre risas que ha fracasado en su intento de conquistarla y Joan le dice que eso no se lo cree nadie..que momento!!!! He visto a Draper de caza en numerosas ocasiones. Pero en ese momento estaba cómodo, con una mujer a la que respetaba y con la que despliega todos sus encantos de un modo natural. La paradoja es que Joan le habla a Don como si el matrimonio de éste fuera perfecto y no sabe que las fisuras poco a poco van asomando en esa unión. Si lo hubiera sabido a lo mejor las cosas hubieran acabado de un modo distinto. La despedida de Draper dejando a Joan via libre para ser deseada y mirada por el hombre del otro lado de la barra es antológica. Desde luego Jon Hamm nació para interpretar a Don Draper.
Queda poco para el final de la quinta temporada y pese a que a grandes rasgos no han pasado grandes cosas, está siendo con la que más estoy disfrutando, la que más momentos para el recuerdo me está dejando. Lo que no se es si a este paso, voy a tener palabras para expresar todo lo que me gusta esta serie. Como puede ser tan buena. 

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