De autentica bacalada se puede calificar el penúltimo film de Kim Ki-Duk. El último fue Time del que ya expresé mis opiniones (buenas) por lo que tras ver el posterior levantamiento de vuelo, se puede considerar a The Bow como un pequeño traspiés que esperemos siga siendo aislado.
Esta película es prima hermana de Primavera, verano.. y de La isla. Pero mientras estas dos son Scarlett Johannson, The bow nos ha salido Florinda Chico.
El agua sigue siendo el elemento dominante, y un barco hace de isla, casi sin contacto con el mundo real. Los silencios se hacen axfisiantes, siendo el arco el que habla, ya sea con una música preciosista y pelin cargante, lanzando flechas o echando la fortuna en un peligroso y rebuscado juego.
Tengo la impresión de que Kim Ki-Duk se ha gustado demasiado y a veces da la impresión de que haya hecho una película con los descartes y caras b de las anteriores.
Bueno, pues estos eran mis pensamientos tras haber visto la primera hora de The bow, y más que podría decir, pero cuando acabé de ver el arco, lo hice como siempre que veo una del maestro, fascinado. Porque aunque la primera hora de la película es cargante y aburrida, el desenlace de la historia entre el anciano y la joven está lleno de fuerza, de poesía. Como una orgía poética que culmina en un orgasmo místico antes de la despedida, y una escena final a la altura de cualquier obra maestra.
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