martes, 17 de julio de 2007

Takeshis

Tengo que reconocer que me ha costado ver Takeshis. Tanto que empecé un 10 de julio y he acabado 7 días más tarde, y es que no la aguantaba más de diez minutos seguidos. Si en vez de ser de un director como Kitano, hubiese sido de Mashumoto o cualquier otro impronunciable nombre japones, a los quince minutos la hubiese mandado a esparragar.
Y es una pena, porque yo era, bueno, y sigo siendo, admirador del genial director japones. Me encanto su anterior film, Zatoichi y lo pase en grande con su peculiar maestro ciego, pero con esto, madre mía, no me he enterado ni de los títulos de crédito. Si, se desdobla en dos personajes, pero y que. Si alguien me preguntará por el argumento, supongo que me pondría a silbar o le hablaría del tiempo.
El señor Kitano juega a ser David Lynch, pero sufre un gatillazo. Tranquilo, a todos los hombres les pasa alguna vez.
Takeshis esta llena de personajes irritantes y escenas insufribles que se hacen más pesadas que una clase de literatura con un antiguo profesor mío, el Cubillas. Por lo que parece es su última película. Dijo que después de ésta se retiraba. La verdad, no es para menos, con semejante bodrio se habrá quedado satisfecho el hombre.
No la veáis, por muy cinéfilos que creáis ser. Es una tomadura de pelo. Y si algún valiente se atreve, que venga luego y me la explique, que falta me hace.

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