No era mi intención correr esta prueba que se ha hecho un hueco como ha podido en el apretado calendario popular de Madrid, pero la necesidad de entrenar y el mono de carreras hizo que mi cuñado y yo nos plantasemos en Goya la semana pasada para hacer esta prueba sin dorsal.
Una vez allí, mi cuñado empezó a desplegar su verborrea habitual y ésta dio sus frutos en forma de dorsal, camiseta técnica y calcetines, y lo mejor, todo gratis! Mucho mérito teniendo en cuenta que se habían agotado los dorsales hace semanas y el precio de la inscripción era de 5 euros.
A las 9 de la mañana se dio la salida y nos dirigimos a la Puerta de Alcala. Eramos bastantes, pero se corría bien. Sin aglomeraciones. Llegamos a Cibeles y empezamos la clasica subida hasta el Bernabeu. La mañana acompañaba, 8 grados, cielo cubierto y yo con 3 prendas de ropa (No contaba con la de la carrera) sudando como un pollo.
Vamos tranquilos. Mi cuñado hace su clasica parada a mear, y rápido se reincorpora. LLegamos al Bernabeu y subimos Concha Espina, que hace que algunos reculen más de la cuenta. Nosotros nos vamos animando e incrementamos el ritmo. Lo que queda es bajada, asi que aceleramos y paramos el crono en la meta en 46m. 24 seg. Un buen tiempo para tomarnoslo como un entrenamiento y para estar a la altura del año en la que estamos.
Una carrera sin ningún encanto, que no sea el de correr disfrutando de los sitios más emblemáticos de Madrid en una magnífica mañana. O sea, una gozada de entrenamiento.
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