Sin lugar a dudas la mejor canción del nuevo álbum de The Strokes. Podía haber sido mucho más, pero no consiguen rematarla como se merecía. Pese a ello, estamos ante un gran tema. La lastima es que el álbum no este a la altura, canciones desiguales, por un lado intentando no perder la identidad que les hizo llegar a lo más alto, y por otro lado coqueteando con el baile e intentando innovar, pero sin atreverse del todo. Al final se quedan a medio camino y consiguen un disco mediocre, aunque con algunos momentos que nos dejan esperanzados de cara a un retorno más inspirado.
Lo que cada vez tengo más claro es que el futuro del larga duración tal y como lo conocemos ahora está muerto. Llego la hora de los singles, de tengo una buena canción y la suelto, porque coño hay que sacar siempre once, doce canciones si sólo tres merecen la pena? Estos grupos funcionarian mejor con temas sueltos donde no se le vieran tanto las costuras. Pese a todo, seguiremos confiando en uno de los pocos grupos que en la última década ha hecho algo interesante. Espero que no tengamos que esperar otros 5 años.
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