Hay series que te dan pereza. Las ves en la distancia y no te decides a verlas. Siempre vas encontrando otras que las adelantan por la izquierda y ocupan su lugar. Así me ha pasado con Dexter. Pensaba que era un House más. Una serie del montón. Que equivocado estaba!
Fue mi compañero de trabajo él que me despertó las ganas, el que me hizo meterme de lleno en esta maravillosa serie. Donde gana Dexter es en la adicción. Los episodios de Dexter, no se ven, se devoran, y lamentas la falta de tiempo porque te verías las temporadas enteras. Actualmente estoy en el capítulo 10 de la 3ª temporada y pese a que creo que es la más floja, estoy deseando llegar a mi casa para verlo.
No pienso que Dexter sea una de las mejores. Para eso están las que ya sabemos. Mad Men, The Sopranos, Breaking Bad y Lost. Pero justo un peldaño debajo, está Dexter, con algunos fallos a mi entender, sobre todo en la concepción de personajes estereotipados, pero con unas tramas argumentales brutales y como dije antes, tremendamente adictivas.
En la primera temporada asistimos a la caza del asesino del hielo, cuya identidad revelará obscuros secretos de la vida anterior de Dexter. En la segunda, es al propio Dexter a quien quieren coger, !Cuanto pude sufrir con James!. En esta tercera, vemos como a Dexter le sale un socio inesperado y vamos a la caza del despellejador. Las tres temporadas se pasan volando, pero lo mejor como he dicho alguna vez de otras series es que según he leído la cuarta es la mejor.
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