martes, 4 de octubre de 2011

The Big C o como arreglar en 10 segundos una temporada discreta

El título me ha quedado largo, lo sé, pero mi capacidad de síntesis no da para más. Ya de pequeño tenía verdaderos problemas con los resúmenes en el colegio. Bueno, al tema, que me disperso.
Me está pasando algo raro con esta serie. La primera temporada me encantó. Cada uno de los episodios me parecieron necesarios y el final de temporada me pareció muy emotivo. Me pareció el final perfecto, pero no sólo de la temporada, sino de la serie entera.
Pero la serie continuó y llegó la segunda temporada y pese a algunos momentos brillantes, cada vez más escasos, los capítulos se me empezaron a hacer insulsos. A medida que remitía el cáncer de la protagonista, mi interés disminuía. Algunos personajes que antes me hacían gracia como el hermano o la alumna obesa me resultaban cada vez más cargantes. Los dos capítulos anteriores al capítulo final remontaron un poco el vuelo, con la venida de las decepciones y el incremento del drama, y el capítulo final estaba pasando sin pena ni gloria hasta esos diez segundos finales. Diez segundos finales que me sacudieron y me dejaron en estado de shock. Un cliffhanger a la altura de Fringe o incluso Lost. Y ahora, pese a haber visto una segunda temporada muy inferior a la primera, si que me muero de ganas de ver la tercera. De ver como esta mujer reorganiza su vida y ver si sigue siendo capaz de afrontar todo con una sonrisa.
No se que nos deparará esta serie en su tercera temporada. Para mí, sólo les queda virar hacía el drama con toques de comedía cada vez más negra, y no seguir siendo una comedía amarga como viene siendo. Si el cáncer remite del todo, la serie o se acaba o se tendrá que cambiar el nombre. En Breaking Bad pasó algo parecido, pero en este caso, el cáncer del protagonista era sólo un punto de partida y como bien ha demostrado la serie ha multiplicado su valor una vez que desapareció. The Big C no puede alargarse mucho más. O se cura o empezamos a sufrir todos junto a Cathy. Con una sonrisa, eso sí.

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