Me ha fascinado Ratatouille. Me he sentido como Mr. Ego, cuando prueba la última creación de la rata Remy. Al igual que le sucede al critico gastronómico , Ratatouille te produce una explosión de sensaciones. Es una película indispensable. Y eso que tenía miedo, ya que después de todo lo bueno que había leído sobre ella, siempre planea la sombra del no es para tanto. Pero esta vez no. Es para mucho más.Nos encontramos ante una de las cimas de la animación de todos los tiempos. Es la película más refrescante vista por mi en años. Acostumbrado últimamente a repeticiones predecibles de éxitos comerciales tipo Shrek 3, Ratatouille es un punto y aparte.
Cine de calidad, sin fiarlo todo a los prodigios técnicos de la animación. Se arma con un guión espectacular alejado de los diálogos tontorrones y momentos pastel propios de la animación de antaño, y unos personajes coherentes y resultones. De entre todos ellos me quedo con el chef Skinner, sublime y torpón malvado que nos recuerda al añorado Pierre No Doy Una.
En definitiva, una película para disfrutar y dejarse llevar por las calles de París de la mano de esta simpática y soñadora rata que ansia convertirse en chef.
Lo mejor: la persecución en vespa del chef Skinner, genial.
Lo peor: que haya quien piense que sólo es "otra" peli de dibujos animados.
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