Cross de Yuncos

Como se nota que no se me dio mal la carrera! Cuando me gana mi cuñado tardo más en colgarlo. Si le gano, al día siguiente está. No se yo nada!
Bueno, hecha esta reseña, que seguro alguno piensa, pero he de aclarar no es así, vamos al tema.
Se acabó el verano. Primera conclusión que se saca, tras una mañana lluviosa, que nos pillo a todos un poco desprevenidos. Llegamos pronto y un problemilla. No estoy apuntado. Todos los demás, sí. Tras tres intentos, es mi cuñado, como no, el que logra que me lo solucionen.
Estamos todos. Mi padre, Rubén, mi sobrino, Guerra, Nieto, el Representante (al que este año hemos ascendido a Manager General), Maxi, Paco, su cuñado, Guillermo. A este paso vamos a tener que hacer unos estatutos y legalizar el tema.
Yo había pasado una noche bastante mala, y me desperté con un dolor en la parte interna de la rodilla derecha que me impedía el doblarla. Pero me eche tres chutes del spray de mi cuñado y eso se calentó y me puso a tono.
Sobre las diez y medía empezó la fiesta. Salida muy rápida. El recorrido era 3 vueltas a un circuito que en su mayor parte transcurría por un pinar bastante quebradizo. Mi sobrino y Guillermo sólo daban una. Para que no me pasara lo mismo que en Illescas, salí bastante más fuerte. También el mejunje de mi cuñado ayudaba. Yo suelo tener problemas de salida. Me cuesta mucho alcanzar buen ritmo. Pero ayer no fue así.
Así que pasados trescientos metros ya me encontraba sin compañía. El circuito contaba con dos subidas, una más larga y otra corta pero con mucha pendiente. Yo veía que llevaba a mi cuñado a unos 200 metros, más o menos. Los demás, ni idea.
Paso la primera vuelta. Buena animación. Voy a ritmos de 4.30 el km. Agustín, nuestro manager general, me dice que mi sobrino ha acabado 1º o 2º. Al final fue 2º. Sigue muy bien. Está centrado y eso es bueno. Guillermo desconozco en que puesto entró, aunque otra vez se piró echando leches. A ver si en alguna rasca pelo, que falta le hace.
En la 2ª vuelta empiezo a sufrir más de la cuenta y empiezó a vislumbrar la posibilidad de que pueda petar. Miró para atras de vez en cuando. LLevo como referencia a mi cuñado y espero verle cada vez más cerca. Pero cada vez le veo más lejos. Y eso me va dando ánimos, porque aunque voy sufriendo como un perro, no he aflojado el ritmo.
Cuando paso por meta para afrontar la última vuelta se que la pequeña crisis ya ha pasado. Sin apretar más de la cuenta, intento disfrutar de los últimos km. y al final acabo en 43 y medio. Mi cuñado 45 y pico, y a escasa distancia Paco que pasa por un gran momento. Mi padre 47, superado en unos metros por Nieto, que está bastante en forma debido a su preparación para la Maratón de Nueva York. Bastante más atrás, Guerra y Constan. Y por detrás pero muy bien acompañado como siempre, Maxi.
Acabamos el periplo por la zona de la Sagra, y esta semana que viene, vamos a Madrid, la Carrera Perfecta. Luego Media de Mostoles, Cross del Barrio del Pilar y otra vez a Toledo. Esto no para.