Primera carrera del 2010 y mejor me podía haber quedado en casa. No levanto cabeza. No puedo entrenar como quisiera y cada vez estoy peor. Entreno una vez a la semana y luego me tiro con dolores en los gemelos y en la rodilla derecha 5 o 6 días, se me pasa, vuelvo a correr y otra vez igual. Así no se puede.
No quiero que me pase lo mismo que en la Toledana y tampoco se si estoy preparado para aguantar los 21 km. a un buen ritmo, ya que en los últimos y pocos entrenamientos que he hecho he sufrido bastante en los ultimos km. Así que intento no salir muy deprisa. Mi cuñado va adelante. Yo me quedo a una distancia prudencial. Mi padre se queda un poco más atrás. Engancho con mi cuñado sobre el km. 3. No voy mal, pero no las tengo todas conmigo. Vamos a 4.30 clavado. Se me vuelve a ir y le dejo. No hay problema. A la altura de la estación de Renfe le vuelvo a coger. Estamos un rato los dos juntos y se vuelve a ir otra vez. Así vamos hasta el km. 10 donde pasamos en 45.30 más o menos. Veo a Lucas y me paró a darle un besote a mi niño que está preparado para luego entrar en meta conmigo. Mi cuñado se me ha ido un poco más y siento que cada vez va a ser más difícil echarle mano. Vuelvo a ver a Raquel y a Lucas y le choco la mano. Ya creo que va a ser imposible cogerle porque se me ha ido demasiado.
A partir del km. 13 empiezan los dolores musculares que me están amargando. Los gemelos se me cargan y ya no flexiono las rodillas como debiera. Parezco que llevo patas de palo. Mi ritmo decrece notablemente y mi animo se viene abajo. Consigo llegar hasta el polideportivo San Isidro. Me paro a estirar. Me quedan unos 4 km. y se que van a ser muy sufridos. En Palacios me vuelvo a parar otra vez. Me dan ganas de sentarme en un banco.. de ir al Castilla a comprarme unas pipas con sal. Pero se que mi niño me espera en la meta así que vuelvo a correr o mejor dicho a trotar. Voy mirando para atrás a ver si veo a mi padre pero éste se había retirado en el km. 14, listo que fue. Sigue pasándome gente, y así enfilo la recta final donde veo a Raquel y a Lucas que hace los últimos 200 metros conmigo, casi tirando de mí. Huelga decir que fue lo mejor de una desastrosa carrera por mi parte. En la entrada en meta, levantamos los dos la mano en señal de victoria.
Ahora estoy a miércoles y sigo con unos gemelos como piedras y una rodilla derecha machacada, así que voy a parar definitivamente hasta que no note ninguna molestia y poco a poco intentaré empezar desde cero ya que la fecha del Maraton se acerca poco a poco amenazadora.
Rubén: 1181, 1.36,47Yo: 1739, 1.43,43
Constan: 2290, 1.54,18
Mi padre: Retirado
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