Con mucho recelo vi la última película de Garci, ya que sus últimas películas nos mostraban a un director retrogrado, cursi y un tanto tristón. Del pozo en que se metió con "You are the One" y en el que se enfangó con la empalagosa "Historia de un beso" y el ladrillo "Tiovivo c. 1950", parece que está intentado salir con la aceptable "Luz de domingo".
Nos encontramos ante un renacer de Garci, ya era hora. Porque sus méritos, nunca discutidos, como ambientación, música, dirección artística, siempre han estado ahí. Pero a esto, en "Luz de Domingo", se le añade una historia veraz, llevada con nervio y sin tanta sensiblería como acostumbra. Y digo tanta, porque algo siempre queda. Se puede hacer cine añejo, pero no hace falta regodearse en la mirada al pasado. Que aunque eran nuestros antepasados, no eran gilipollas, y también había buenos, malos, violadores y fariseos.
Ambientada en la España caciquil de principios de siglo XX, nos muestra el enfrentamiento y las consecuencias de éste entre un joven y recto secretario de un pueblo de Asturias y el alcalde-cacique del lugar (esplendido Larrañaga). La trama está llena de personajes secundarios que la enriquecen y la ornamentan, logrando situaciones veraces y cercanas.
Espero que el erudito director siga por este camino, ya que siempre le he tenido una gran admiración y no entendía muy bien su patología nostálgica.
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