Película destinada, y quien sabe si diseñada, para reinar en la ceremonia de los Oscar. Con menos mimbres muchas otras hicieron mejores cestos, y no me refiero a la calidad, sino a la cantidad de premios recogidos. Sin ir más lejos, la cargante "El paciente inglés" y esa clase de películas que a mí me huelen a podrido.
Me siento frío, distante, viendo "El velo pintado". Cuenta con una bella historia en la que un matrimonio en liquidación se reencuentra entre enfermedades y penurias. Una música envolvente, enigmática que marca el tiempo de la acción. Paisajes exóticos dentro de la China de los años 20. Y una pareja de super stars que lucen que lucen método y talento.
¿Qué falla? Es difícil de explicar, pero todo junto no acaba de cuajar. Falta alma. Resulta todo demasiado pulcro. Incluso en los momentos finales de mayor dramatismo, no trasmite nada, así le fue, que paso sin pena ni gloria.
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