Antoine un publicista de éxito con una vida aparentemente modélica cambia de actitud radicalmente sin motivo aparente y se carga de una sinceridad tan brutal que hace que su mundo se desmorone.
Los primeros 50 minutos del film son excepcionales. Puro cine repleto de intensidad que incomoda y al mismo tiempo te hace coger una cierta simpatía con el protagonista. A todo el mundo nos gustaría hacer esto en un momento dado, aunque los convencionalismos sociales nos obligan a ponernos una mordaza.
Los minutos finales desaceleran el film de un modo suave, para poder entender los motivos de Antoine.
Película pequeña en aspiraciones y grande en consecuencias. Muy, pero que muy recomendable.
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