Primera edición de esta San Silvestre y pese a las buenas intenciones se cometieron numerosos fallos. Acabamos de la carrerita poco menos que hasta los huevos.
A primeros de noviembre la vi anunciada y me gustó. Rápido nos apuntamos y debimos de ser los primeros. Nuestros dorsales dan fe de ello. Luego hubo mucha publicidad y autobombo, cosa que no es mala en absoluto. Pero eso dio pie a que se vieran desbordados en sus expectativas.
Nos presentamos antes de las 9 y recogimos nuestros dorsales sin problemas. La hora de la salida era a las once de la mañana. Una mañana gélida como pocas. Poco a poco se empezó a formar un tifostio de cuidado. La cola cada vez más larga. Nos van a dar las uvas.
La carrera se retrasa una hora. Salimos a las doce, ya cansados y congelados. El recorrido son 3 vueltas a un circuito con demasiadas curvas cerradas, subidas y demás. Era muy difícil coger ritmo. En la primera vuelta ya empecé a sufrir. En la segunda pensé en abandonar. En la tercera se apagaron las alarmas. Ya llego.
A los demás por lo que contaron les pasó más o menos lo mismo. Los tiempos de los que fuimos fueron los siguientes:
1. Rubencín, 55 de la general y 1º de su categoría, 30,13
2. Yo, 192 de la general, 35,04
3. Ruben padre, 273 de la general, 37,18
4. Mi padre, puesto 340, 39,04
5. Raúl, puesto 365, 40,02
6. Guerra, puesto 421, 42,08
7. Constan, puesto 423, 42,10
Luego tocó quedarse a esperar premios, que también se retrasaron bastante, con lo que aparecimos a las dos por casa. Demasiado para una carrera de menos de 10 km. Y como colofón comida en casa de Constan, con villancicos incluidos. Alguien da más?
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