Cuando la estaba viendo, encontraba parecidos razonables con una película que me impactó en su tiempo "Braindead, Tu madre se ha comido a mi perro", y luego he comprobado que después de este District 9 está la mano de Peter Jackson, el director del film gore de culto. El aspecto del protagonista recuerda mucho al del film australiano. Esa cara de tonto que poco a poco se va transformando en un serial killer de dimensiones colosales.
Este District 9, que tiene evidentes connotaciones del apartheid sudafricano, es un film que funciona como funciona echar una hormiga para que se la coma una araña o destripar a un bicho gordo y que explote toda la asquerosidad que lleva dentro. Las escenas son cutres, asquerosas en muchos casos, pero atraen y le dotan de un realismo que se echa de menos en muchas superproducciones. Quien busque una obra faraónica rollo El día de Mañana y demás pajotes especiales norteamericanos se equivoca. Aquí prima el hiperrealismo exhibido en films como El proyecto.. o Rec, partiendo de un tono cuasi documental y acabando en una especie de acorralado que ya casi no siente las piernas.
Film entretenido, sorprendente y que pide a gritos una segunda parte. Esperemos que mantengan el tipo.
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