
Una historia de amor vivida y sufrida en silencio acompañará al protagonista y a otra funcionaria del juzgado ( Soledad Villaamil) repitiendo pareja con Darín, como ya hicieran de manera sobresaliente en " El mismo amor, la misma lluvia".
Una película de las que devuelven el precio de la entrada, que combina con precisión el cine negro más clásico con un romanticismo poco acusado, que no interfiere de modo negativo en el desarrollo de la historia principal.
Las interpretaciones soberbias, con un Darín que recupera su mejor nivel y un Guillermo Francella en estado de gracia. Tan sólo quitaría la escena del tren, que aunque se supone está un poco deformada por los recuerdos del protagonista, es de un tono cursi del que carece por completo el film.
2 comentarios:
Esta peli la e visto y estoy totalmente de acuerdo
Muy bien, nachete, vamos teniendo buenos gustos
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